APOSTASÍA
«Nadie os engañe en ninguna manera; porque [el día del Señor] no vendrá sin que antes venga la apostasía» (2 Tesalonicenses 2:3a).
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El humanismo secular y su rol en el Tiempo del Fin
Scott MacGregor
EN LA SOCIEDAD MULTICULTURAL de hoy en día existe una corriente de pensamiento cada vez más extendida que se conoce como relativismo moral. Esta corriente nos lleva a no adoptar posturas sentenciosas y a no erigirnos en jueces ni emitir juicios sobre lo que la gente cree y hace. Se postula que todo es relativo. Aun actos que consideraríamos repulsivos e inmorales pueden ser aceptables según las costumbres de otras personas. Aunque no cabe duda de que los cristianos debemos ser comprensivos y tolerantes con los demás, ceder ante creencias o prácticas que contradicen diametralmente los dos grandes mandamientos de Dios —amar a Dios y al prójimo— equivale a dejarnos engañar y descaminar. Ese relativismo moral es consecuencia directa de una filosofía atea denominada humanismo secular.
El humanismo moderno tiene sus orígenes en el Renacimiento. Hoy en día se considera que ciertos personajes de talla del período renacentista y del de la Ilustración que le siguió —Leonardo da Vinci, Isaac Newton, Erasmo de Rotterdam y muchos otros— eran humanistas. De hecho, ellos mismos se consideraban así. Para ellos, el humanismo era la vía para devolver a las artes, las ciencias y la filosofía su dimensión humana, dado que por cientos de años dichas disciplinas habían estado al servicio de la religión, la cual se hallaba por aquella época plagada de superstición. Sin embargo, hay que hacer notar que todos esos precursores del humanismo moderno no dejaban de proclamar una firme creencia en Dios.
El humanismo secular de hoy en día dista mucho de eso. Los partidarios de esta corriente de pensamiento sostienen que toda fe en Dios y toda religión es irracional y por tanto no tiene cabida en su concepción del mundo. Consideran que la dimensión natural es la única efectiva, que lo sobrenatural no existe y que, por ende, el hombre es su propio dios
Por lo general, los humanistas son fervorosos apóstoles del evolucionismo. Lo irónico del caso es que una y otra vez se demuestra que esa teoría no es más que una creencia y que no se puede probar científicamente como sostienen sus defensores. Equivale a creer en lo invisible, puesto que los procesos de lo que se denomina más correctamente macroevolución —es decir, la evolución de una especie hasta transmutarse en otra— y las pruebas de los mismos siguen estando tan vedadas al ojo humano como la dimensión espiritual. Sin embargo, la gran diferencia radica en que, mientras los procesos y las pruebas empíricas de la macroevolución no aparecen por ninguna parte, la dimensión espiritual es bien real. Cada vez se engrosa más el contingente de científicos sinceros que no tiene empacho en proclamar que el evolucionismo posee todas las características de una religión. Eso hace que un partidario del humanismo secular sea tan irracional como las personas de fe a las que tanto le gusta ridiculizar.
Los humanistas sostienen que los hombres son capaces de resolver sus propios problemas. También están convencidos de que la religión es la causa de gran parte de los mismos. Sin embargo, si se hace un cómputo de las instituciones y personas que se dedican a ayudar a sus congéneres, resulta que muchas o la mayoría de ellas están motivadas al menos en parte por creencias religiosas. Además, a los adeptos del humanismo secular les gusta repetir el argumento de que la religión es causa de todas las guerras. Si bien es posible que a lo largo de los siglos algunos hayan aducido móviles religiosos para emprender guerras, lo cierto es que los verdaderos objetivos por los que se libran la mayor parte de los conflictos son la conquista territorial y la obtención de botín.
Hasta hace poco se consideraba que la fe en Dios era parte importante del conocimiento del hombre. No obstante, en las últimas generaciones el ateísmo ha conseguido gran cantidad de adeptos. Cabe pensar que la gente habría aprendido algo de la historia reciente y de los horrores que cometieron quienes profesaban no creer en Dios. Los últimos cien años han dejado un temible baño de sangre, gran parte de la cual se derramó a instancias de regímenes declaradamente antirreligiosos, regímenes cuya ideología giraba en torno al axioma de que el hombre iba evolucionando en pos de la perfección.
¿Cómo encaja eso dentro del esquema de los Postreros Tiempos? La Biblia afirma que «vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: “¿Dónde está la promesa de Su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación”. Estos ignoran voluntariamente que en el tiempo antiguo fueron hechos por la Palabra de Dios los cielos» (2 Pedro 3:3-5). También dice que «no vendrá [el retorno de Cristo] sin que antes venga la apostasía. [...] Por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos[...] Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira» (2 Tesalonicenses 2:3,10,11).
Los defensores del humanismo secular ya llevan muchos años frente al panel de mando, y el historial de su desempeño no es muy bueno que digamos.
En el otro extremo, hay personas que profesan creencias religiosas —y hasta fe en Jesucristo— cuyas acciones no son consecuentes con sus palabras, pues su conducta y modo de vivir difieren tanto de las enseñanzas de Jesús como el día de la noche. Hasta el observador más apático no puede menos que advertir que la exhortación de Jesús de amar a nuestros enemigos, bendecir a los que nos maldicen y hacer bien a los que nos aborrecen (Mateo 5:44) no tiene cabida en la ideología de numerosos dirigentes que se proclaman cristianos.
¿Dónde nos deja todo esto a nosotros? Pues bien, estas tristes circunstancias cumplen otro versículo sobre el Tiempo del Fin, en este caso una predicción que hizo el propio Jesús en su famoso discurso sobre las señales del Fin, el cual recoge el capítulo 24 de Mateo: «Por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará» (Mateo 24:12).
¿Qué debemos hacer entonces? Ser testigos de Dios, agentes Suyos para proclamar la verdad y la salvación, ahora y hasta el Fin mismo, a fin de que se cumplan los versículos que siguen: «El que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin» (Mateo 24:13,14).
martes, 25 de septiembre de 2007
sábado, 22 de septiembre de 2007
martes, 21 de agosto de 2007
CUANDO
Cuando quieras dejarte caer, muerto de cansancio.
Cuando descubras que se van deshojando de a poco tus mañanas.
Cuando veas que no puedes parar el tiempo junto a alguien a quien amas.
Cuando te sientas extranjero en este mundo donde has nacido.
Cuando veas que todos pasan y te miran ignorando tu dolor.
Cuando tu soledad reclame a gritos a un amigo y no aparezca.
Cuando el invierno llegue hasta tu puerta, sientas frio y queriendo escapar, regresas otra vez al mismo sitio.
No te turbes, no pienses que estas muerto estando vivo; porque no siempre el que sonrie, recoge a cada paso una sonrisa, no siempre es menester que finjas alegria, muchas veces llorando te encuentras a ti mismo, pero sobre todo, siempre hay un tiempo y un lugar para ser feliz y nunca es tarde para empezar, si asi lo quieres.
Si te convences de que no es tan malo caer, lo malo es no haber aprendido a levantarse
Cuando descubras que se van deshojando de a poco tus mañanas.
Cuando veas que no puedes parar el tiempo junto a alguien a quien amas.
Cuando te sientas extranjero en este mundo donde has nacido.
Cuando veas que todos pasan y te miran ignorando tu dolor.
Cuando tu soledad reclame a gritos a un amigo y no aparezca.
Cuando el invierno llegue hasta tu puerta, sientas frio y queriendo escapar, regresas otra vez al mismo sitio.
No te turbes, no pienses que estas muerto estando vivo; porque no siempre el que sonrie, recoge a cada paso una sonrisa, no siempre es menester que finjas alegria, muchas veces llorando te encuentras a ti mismo, pero sobre todo, siempre hay un tiempo y un lugar para ser feliz y nunca es tarde para empezar, si asi lo quieres.
Si te convences de que no es tan malo caer, lo malo es no haber aprendido a levantarse
miércoles, 18 de julio de 2007
ENAMORARSE O AMAR

A veces confundimos nuestros sentimientos por alguien y lo peor nos olvidamos de nosotros mismos por ese alguien; pero ¿es valido a ese punto?
Nos enamoramos cuando conocemos a alguien por quien sentimos atraìdos y dejamos caer a el o ella las barreras que nos separan de los demás.
Cuando compartimos con esa persona nuestros sentimientos con y pensamientos más íntimos, tenemos la sensación de que, por fín! hicimos una conexión con alguien. Este sentimiento nos produce gran placer, hasta la química de nuestro cuerpo cambia, dentro de tí se producen unas sustancias llamadas ENDORFINAS.
Nos sentimos felices y andamos todo el día de buen humor y atontados.
Cuando estamos enmorados nos parece que nuestra pareja es perfecta y la persona más maravillosa del mundo. Esa es la diferencia entre enamoramiento y el amor.
Empezamos a amar cuando dejmos de estar enamorados. ¿Que?
Así es, El amor requiere conocer a la persona, requiere tiempo, requiere reconocer los defectos del ser amado, requiere ver lo bueno y lo malo de la relación.
No quiere decir que enamorarse no es bueno, al contrario, es maravilloso. Sin embargo, es solo el principio. Muchas personas son adictas a estar enamorados. Terminan sus relaciones cuando la magia de haber conocido alguien nuevo desaparece; cuando empiezan a ver defectos en la otra persona y a darse cuenta que no era tan perfecta como pensaban.
El verdadero amor no es ciego. Cuando amas a alguien puedes ver sus defectos y los aceptas, puedes ver sus fallas y quieres ayudarle a superarlas. Al mismo tiempo esa persona ve sus propios defectos y los entiende. El amor verdadero esta basado en la realidad, no en un sueño de que encontrastes a tu príncipe azul o a tu princesa encantada.
Encontrastes a tu alma gemela, pero también los gemelos discuten y también tienen diferencias.
Amar es poner en una balanza lo bueno y lo malo de esa persona y después amarla. El amor es una decisión conciente.
Muchas veces conocemos personas que dicen que se enamoraron de alguien y que no puede evitarlo. ¿Que se supone que es una cuestión de suerte? ¿Que se supone que amamos por arte de magia?¿Que se supone que alguien mas tiene poder sobre nosotros?.
De ninguna manera. Puedes sentir una gran admiración por alguien, puede desear tener una relación con alguien, puede estar muy agradecido por lo que alguien ha hecho por tí, pero....no le amas.
El amor nace de la convivencia, de compartir, de dar y recibir, de intereses mutuos, de sueños compartidos. Tú no puede amar a alguien que no te ama o que no se interesa en ti.
EL AMOR VERDADERO ES RECÍPROCO.
autor:Desconocido
domingo, 15 de julio de 2007
La Magia de los habrazos

Maravillas puede hacer un abrazo:
te contenta cuando estás cabizbajo,
transmite el amor que alguien siente por ti
o el dolor que le causa verte partir.
Un abrazo exclama: ¡Bienvenido!
¡Qué gusto da verte! ¿Cómo te ha ido?
Un abrazo alivia el dolor de un niño;
tras la amargura, nos hace un guiño.
No cabe duda de que sin abrazos
viviríamos de lo más escasos.
Nos deleitan y alegran el corazón.
Dios hizo los brazos... ¡por esa razón!
Son extraordinarios para los padres;
para los hermanos, muy agradables.
Tal vez halaguen a las tías favoritas
mucho más que sus mimadas plantitas.
Gatitos y perritos los reclaman.
No los desdeñan los hombres de fama.
Traspasan la barrera del lenguaje
y en día gris alegran el paisaje.
La reserva de abrazos no se achica:
cuantos más se dan, más se multiplican.
¡Extiende, pues, los brazos sin demora
y da a alguien un fuerte abrazo ahora!
Anónimo
Toronto (UPI).—Cuatro abrazos al día le ayudarán a superar los momentos bajos, pero con una docena se vive mejor, dice una socióloga.
En una reunión anual de la Asociación Ortosiquiátrica Norteamericana a la que asistieron unos 4.000 delegados, la Dra. Virginia Satir anunció que el simple hecho de tocar haría más feliz a la gente.
La doctora, que dice que fue tomada por una «chalada» hace unos 30 años al presentar su filosofía de «contacto», declaró a la prensa que hacen falta cuatro abrazos diarios para
sobrevivir, ocho para mantenerse en la forma, y doce para alcanzar la plenitud.
«Nuestros poros son casillas para recibir mensajes de amor—explicó la Dra. Satir, terapeuta, escritora y asistente social—. Es importantísimo poder tener contacto físico.»
La doctora, que ha trabajado como asesora del ejército de EE.UU. y de diversas universidades, dice que los norteamericanos no tienen suficiente contacto físico entre sí. «En este país, casi todo el contacto corporal que hay tiene lugar en las canchas de rugby.»
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miércoles, 11 de julio de 2007
ANECDOTA SOBRE RESILIENCIA
El vuelo del Halcón
Un rey, recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.
Pasado unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía, no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar.
Al día siguiente el monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte:
- “Traedme al autor de este milagro”.
Su corte le llevó a un humilde campesino.
El rey le preguntó:
- “¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres acaso un mago?”
Intimidado el campesino le dijo al rey:
- “Fue fácil mi señor, solo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar.”
Quizás la predicción fuera que al cortar la rama el halcón caería, pero la adversidad le dio la oportunidad de descubrir su potencial y pudo volar.
¿Cuántas veces observamos en nuestro entorno personas que como el halcón, se enfrentan a situaciones de tragedia o estrés que parecen imposibles de superar? ¿Cuántas veces, sin embargo, la realidad nos muestra que no solo la superan sino que salen fortalecidos de esas crisis?
A esta capacidad interior del ser humano para hacer frente a las adversidades, superarlas y ser transformado positivamente por ellas, se la llama RESILIENCIA.
Un rey, recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.
Pasado unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía, no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar.
Al día siguiente el monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte:
- “Traedme al autor de este milagro”.
Su corte le llevó a un humilde campesino.
El rey le preguntó:
- “¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres acaso un mago?”
Intimidado el campesino le dijo al rey:
- “Fue fácil mi señor, solo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar.”
Quizás la predicción fuera que al cortar la rama el halcón caería, pero la adversidad le dio la oportunidad de descubrir su potencial y pudo volar.
¿Cuántas veces observamos en nuestro entorno personas que como el halcón, se enfrentan a situaciones de tragedia o estrés que parecen imposibles de superar? ¿Cuántas veces, sin embargo, la realidad nos muestra que no solo la superan sino que salen fortalecidos de esas crisis?
A esta capacidad interior del ser humano para hacer frente a las adversidades, superarlas y ser transformado positivamente por ellas, se la llama RESILIENCIA.
domingo, 15 de abril de 2007
LA RISA ; REMEDIO INFALIBLE
sábado 14 de abril de 2007
LA RISA ; REMEDIO INFALIBLE
Risa, curando desde adentro
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En lugar de fármacos antidepresivos, carcajadas. Cuántas más sonrisas, menos visitas al médico. Mejor las alegrías puras, que las psicologías duras. Es la filosofía de la risoterapia, una técnica mental que enseña a recuperar nuestra innata capacidad de reír y ser felices. Aproveche los técnicas y recursos infalibles de los especialistas para abrir esa fuente inagotable de salud y bienestar.
Por María Jesús Ribas/EFE (publicado el 9 de abril del 2007)
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Terapia conjunta a madre e hijo permite superar mejor la violencia doméstica
Pensamiento positivo: mirar con esperanza
Noticias de Salud
¿Sabía que a los seis años nos reímos hasta 300 veces al día, pero poco a poco la sociedad va mutilando esa capacidad natural de reír y nos convierte en personas serias, trascendentes y tristes, de tal forma que al llegar a los veinte años de edad apenas si reímos de quince a veinte ocasiones por jornada? ¿Qué es lo que pasa? .
Según el psicólogo José Elías, pionero de la risoterapia en el mundo de habla hispana, “en la edad adulta nos reímos tan poco porque en la pubertad, al incorporarnos plenamente a la vida social se nos educa para que no riamos con frecuencia, para no parecer despreocupados y provocar desconfianza en los demás”.
Así, paulatinamente vamos dejando la cara alegre, para volvernos una personas serias y rígidas. En ese momento dejamos de practicar el mejor de nuestros gestos, quizá el único, que diferencia a los humanos de los demás seres: la risa.
Pero según Elías, no sólo perdemos lo que se define como una “expresión emocional de la alegría y la felicidad que lleva a conseguir un estado placentero”, sino que además nos privamos de una de las mayores fuentes de salud física y psicológica.
Debido a sus efectos protectores, curativos y revitalizadores del organismo, la mente y las emociones, “la risa franca, debería incluirse entre las recomendaciones médicas junto con el ejercicio físico regular, una dieta equilibrada y el abandono del tabaco”, señala el risoterapeuta.
Estos son algunos de los consejos del autor de la “Guía Práctica de Risoterapia” para recuperar la risa, desarrollar el buen humor y aprender a ser feliz, desdramatizando la existencia que, según José Elías “es una tragicomedia”, y aprendiendo a reírnos de nosotros mismos y de “nuestras capacidades limitadas”:
1.- Bucée en su infancia.
Recuerde habitualmente aquellas cosas que de pequeño le hacían feliz: seguro que aún hoy en día algunas de ellas le hacen reír.
2.- No se aleje de las diversiones.
Cuando estamos tristes no queremos ir a lugares o reuniones divertidas, porque creemos que no nos vamos a entretener, pero la mayoría de las veces nos sorprendemos de lo bien que lo pasamos.
3.- Piense en lo que más le gusta.
Si se permite pensar negativamente y fijarse en las partes desagradables de su realidad, sus sentimientos serán también pesimistas y se instalarán en su mente como inquilinos indeseables.
4.- Deje que su cuerpo se libere.
Siempre que ría y la situación lo permita, intente realizar movimientos libres, como pataleos o volteretas, como los niños. Permita que sus músculos se muevan como quieran, y los movimientos realimenten su risa.
5.- Acuérdese de un buen chiste.
Siempre tendrá a mano una fórmula agradable para cambiar su estado de ánimo.
6.- Trate de suavizar los problemas. A cada mala noticia que reciba añádale una buena, y así la huella emocional que le deja grabada la situación en su mente ya no será triste sino alegre.
7.- Busque ideas descabelladas.
Cuando se enfrente a algo que le parezca insuperable, reúna a sus amigos y pídales que le propongan soluciones al azar, con respuestas cortas y sin mucha reflexión. Pensar de forma diferente a lo estructurado ayuda a encontrar la solución o bien su punto de partida.
8.- Dibuje a su adversario.
Con un papel y lápices de colores haga la caricatura de la persona con la que tiene más problemas, póngale un nombre ridículo y contémplelo antes de una situación conflictiva. Ello provocará un cambio agradable en la relación.
9.- Deje volar la presión de su cabeza.
Escriba en un papel los problemas sobre los que no tiene control, átelo a un gran globo y suéltelo, liberándose de ellos de una vez. Es una metáfora que ayuda a aliviar la presión mental de las dificultades.
10.- Cambie la perspectiva.
Busque el sentido del humor a cada situación negativa que le suceda, en vez de quedarse con la sensación de tristeza. Si no puede cambiar la realidad acceda a verla desde otra óptica mejor para usted y su salud mental.
11.- Incorpore la risa a su vida habitual.
Esfuércese en encontrar el aspecto lúdico que tienen todos los hechos y situaciones y recuerde que la realidad no nos afecta por lo que es sino por lo que representa para cada uno y ello depende del estado de ánimo.
12.- Ríase frente al espejo.
Sobre todo por la mañana: al principio no le resultará fácil por la falta de costumbre, pero poco a poco empezará a brotar la hilaridad más rápidamente.
13.- Lea la prensa empezando por detrás.
Las noticias más agradables del periódico y las revistas, y a menudo los chistes y viñetas, están al final, donde aparecen la cartelera, los pasatiempos y los temas de sociedad. Así alcanzará un estado de ánimo ideal para encajar las “noticias importantes”, es decir las tristes, de la portada.
14.- Si está decaido, vea una película cómica.
Para alejarse de la tristeza de inmediato, lo ideal es que vea un filme alegre cuando está empezando a ponerse triste o melancólico, ya que en ese momento resulta más fácil cambiar el ánimo.
15.- Cree su videoteca del buen humor.
Solemos coleccionar las mejores películas o grandes documentales, pero casi nadie tiene la mejor recopilación de escenas de risa o filmes graciosos, para verlas cuando está triste o incluso mejorar el tono si se está bien.
16.- Busque la compañía de gente positiva.
Procure relacionarse con personas con sentido del humor, que le hagan reír, le enseñen a ser más alegre y le ayuden a tener una mejor perspectiva de la vida, y así llegará a ser usted también alegre y optimista.
17.- Ría tres veces al día.
Al igual que se lava los dientes, ducha y come, incorpore el buen humor a su rutina diaria, para evitar el olvido. Reserve al menos tres momentos para reírse: por la mañana le ayudará a ver mejor el día; al mediodía le aligerará la digestión, y por la noche le evitará el insomnio.
18.- Aprenda a hacer y hacerse cosquillas.
Le ayudará a contactar de una forma más armoniosa y graciosa con usted mismo y los demás, y le ayudará a vencer el sentido del pudor que al llegar a adulto no le permite tocar a los demás ni dejarse tocar por ellos.
Publicado por waldirstation en 21:45
LA RISA ; REMEDIO INFALIBLE
Risa, curando desde adentro
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En lugar de fármacos antidepresivos, carcajadas. Cuántas más sonrisas, menos visitas al médico. Mejor las alegrías puras, que las psicologías duras. Es la filosofía de la risoterapia, una técnica mental que enseña a recuperar nuestra innata capacidad de reír y ser felices. Aproveche los técnicas y recursos infalibles de los especialistas para abrir esa fuente inagotable de salud y bienestar.
Por María Jesús Ribas/EFE (publicado el 9 de abril del 2007)
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Pensamiento positivo: mirar con esperanza
Noticias de Salud
¿Sabía que a los seis años nos reímos hasta 300 veces al día, pero poco a poco la sociedad va mutilando esa capacidad natural de reír y nos convierte en personas serias, trascendentes y tristes, de tal forma que al llegar a los veinte años de edad apenas si reímos de quince a veinte ocasiones por jornada? ¿Qué es lo que pasa? .
Según el psicólogo José Elías, pionero de la risoterapia en el mundo de habla hispana, “en la edad adulta nos reímos tan poco porque en la pubertad, al incorporarnos plenamente a la vida social se nos educa para que no riamos con frecuencia, para no parecer despreocupados y provocar desconfianza en los demás”.
Así, paulatinamente vamos dejando la cara alegre, para volvernos una personas serias y rígidas. En ese momento dejamos de practicar el mejor de nuestros gestos, quizá el único, que diferencia a los humanos de los demás seres: la risa.
Pero según Elías, no sólo perdemos lo que se define como una “expresión emocional de la alegría y la felicidad que lleva a conseguir un estado placentero”, sino que además nos privamos de una de las mayores fuentes de salud física y psicológica.
Debido a sus efectos protectores, curativos y revitalizadores del organismo, la mente y las emociones, “la risa franca, debería incluirse entre las recomendaciones médicas junto con el ejercicio físico regular, una dieta equilibrada y el abandono del tabaco”, señala el risoterapeuta.
Estos son algunos de los consejos del autor de la “Guía Práctica de Risoterapia” para recuperar la risa, desarrollar el buen humor y aprender a ser feliz, desdramatizando la existencia que, según José Elías “es una tragicomedia”, y aprendiendo a reírnos de nosotros mismos y de “nuestras capacidades limitadas”:
1.- Bucée en su infancia.
Recuerde habitualmente aquellas cosas que de pequeño le hacían feliz: seguro que aún hoy en día algunas de ellas le hacen reír.
2.- No se aleje de las diversiones.
Cuando estamos tristes no queremos ir a lugares o reuniones divertidas, porque creemos que no nos vamos a entretener, pero la mayoría de las veces nos sorprendemos de lo bien que lo pasamos.
3.- Piense en lo que más le gusta.
Si se permite pensar negativamente y fijarse en las partes desagradables de su realidad, sus sentimientos serán también pesimistas y se instalarán en su mente como inquilinos indeseables.
4.- Deje que su cuerpo se libere.
Siempre que ría y la situación lo permita, intente realizar movimientos libres, como pataleos o volteretas, como los niños. Permita que sus músculos se muevan como quieran, y los movimientos realimenten su risa.
5.- Acuérdese de un buen chiste.
Siempre tendrá a mano una fórmula agradable para cambiar su estado de ánimo.
6.- Trate de suavizar los problemas. A cada mala noticia que reciba añádale una buena, y así la huella emocional que le deja grabada la situación en su mente ya no será triste sino alegre.
7.- Busque ideas descabelladas.
Cuando se enfrente a algo que le parezca insuperable, reúna a sus amigos y pídales que le propongan soluciones al azar, con respuestas cortas y sin mucha reflexión. Pensar de forma diferente a lo estructurado ayuda a encontrar la solución o bien su punto de partida.
8.- Dibuje a su adversario.
Con un papel y lápices de colores haga la caricatura de la persona con la que tiene más problemas, póngale un nombre ridículo y contémplelo antes de una situación conflictiva. Ello provocará un cambio agradable en la relación.
9.- Deje volar la presión de su cabeza.
Escriba en un papel los problemas sobre los que no tiene control, átelo a un gran globo y suéltelo, liberándose de ellos de una vez. Es una metáfora que ayuda a aliviar la presión mental de las dificultades.
10.- Cambie la perspectiva.
Busque el sentido del humor a cada situación negativa que le suceda, en vez de quedarse con la sensación de tristeza. Si no puede cambiar la realidad acceda a verla desde otra óptica mejor para usted y su salud mental.
11.- Incorpore la risa a su vida habitual.
Esfuércese en encontrar el aspecto lúdico que tienen todos los hechos y situaciones y recuerde que la realidad no nos afecta por lo que es sino por lo que representa para cada uno y ello depende del estado de ánimo.
12.- Ríase frente al espejo.
Sobre todo por la mañana: al principio no le resultará fácil por la falta de costumbre, pero poco a poco empezará a brotar la hilaridad más rápidamente.
13.- Lea la prensa empezando por detrás.
Las noticias más agradables del periódico y las revistas, y a menudo los chistes y viñetas, están al final, donde aparecen la cartelera, los pasatiempos y los temas de sociedad. Así alcanzará un estado de ánimo ideal para encajar las “noticias importantes”, es decir las tristes, de la portada.
14.- Si está decaido, vea una película cómica.
Para alejarse de la tristeza de inmediato, lo ideal es que vea un filme alegre cuando está empezando a ponerse triste o melancólico, ya que en ese momento resulta más fácil cambiar el ánimo.
15.- Cree su videoteca del buen humor.
Solemos coleccionar las mejores películas o grandes documentales, pero casi nadie tiene la mejor recopilación de escenas de risa o filmes graciosos, para verlas cuando está triste o incluso mejorar el tono si se está bien.
16.- Busque la compañía de gente positiva.
Procure relacionarse con personas con sentido del humor, que le hagan reír, le enseñen a ser más alegre y le ayuden a tener una mejor perspectiva de la vida, y así llegará a ser usted también alegre y optimista.
17.- Ría tres veces al día.
Al igual que se lava los dientes, ducha y come, incorpore el buen humor a su rutina diaria, para evitar el olvido. Reserve al menos tres momentos para reírse: por la mañana le ayudará a ver mejor el día; al mediodía le aligerará la digestión, y por la noche le evitará el insomnio.
18.- Aprenda a hacer y hacerse cosquillas.
Le ayudará a contactar de una forma más armoniosa y graciosa con usted mismo y los demás, y le ayudará a vencer el sentido del pudor que al llegar a adulto no le permite tocar a los demás ni dejarse tocar por ellos.
Publicado por waldirstation en 21:45
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