Otorgan mayor premio del mundo
Nueva York, 13 mar (EFE).- El sacerdote polaco Michael Heller, un filósofo y cosmólogo de 72 años, obtuvo el Templeton Prize, el premio más generoso concedido a un individuo, por un trabajo que supuestamente ofrece, por medio de las matemáticas, pruebas indirectas de la existencia de Dios, informó hoy la fundación que lo otorga.
El controvertido premio, concedido por la Fundación John Templeton, está dotado con más de 1,6 millones de dólares, la cuantía más alta que se concede a individuos y organizaciones filantrópicas, pretende incentivar los avances en torno a las grandes cuestiones de la ciencia, la filosofía y la religión.
Sin embargo, su concesión suscitó muchas críticas por su vertiente conservadora y su interés en vincular la religión y la ciencia, que parte del mundo científico considera ya imposible y desfasada.
Según detalló la fundación a través de un comunicado, Heller ha "desarrollado agudos y sorprendentemente originales conceptos sobre el origen y las causas del Universo, a menudo bajo la intensa represión gubernamental" en Polonia.
"Es evidente que para Heller la naturaleza matemática del mundo y su inteligibilidad por parte del ser humano constituye la evidencia circunstancial de la existencia de Dios", aseguró su colega Karol Musiol en defensa de la candidatura del religioso premiado.
La organización detalla que Heller "ha trabajado afanosamente durante años bajo las asfixiantes estructuras de la era soviética" y se ha convertido en una "convincente figura en los dominios de la física, cosmología, teología y filosofía, con un amplio bagaje académico y religioso".
El propio académico defiende en un escrito difundido por la Fundación John Templeton que "varios procesos del Universo pueden ser expuestos como una sucesión de estados, de forma que el precedente siempre sirve de causa para explicar el que le sucede y siempre una ley que dicta cómo un estado debe suceder a otro".
Dado que las leyes dinámicas se expresan en forma de ecuaciones, "si nos preguntamos sobre la causa del Universo deberíamos preguntar sobre la causa de las leyes matemáticas", argumenta Heller, quien termina defendiendo que esas cuestiones llevan a plantearse sobre "la raíz de todas las causas" y ligar la respuesta al "Gran Diseño de Dios".
"La ciencia no es sino un esfuerzo colectivo de la mente humana para leer la mente de Dios desde las preguntas sobre las que nosotros y el mundo parecemos estar hechos", añade Heller.
El filósofo, autor de más de 30 libros publicados y especializado más en suscitar dudas sobre la realidad que en tratar de probar la existencia divina, también se defiende en contra del "Dios de los huecos", utilizado solo para dar sentido a lo que la ciencia no es capaz de explicar.
En opinión de este profesor de la Facultad de Filosofía en la Academia Pontificia de Teología de Cracovia (Polonia), la negativa desde grupos religiosos a enseñar en las escuelas la teoría de la evolución "es una de las mayores equivocaciones, porque crea contradicciones o enfrentamientos entre Dios y el azar".
El premio será oficialmente entregado por el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, marido de la reina Isabel II, en una ceremonia privada que tendrá lugar el próximo 7 de mayo en Londres.
Los premios Templeton fueron creados en 1973 por el agente de inversiones John M. Templeton como reconocimiento a las personas que contribuyen al entendimiento de la religión.
Entre los galardonados de otros años destaca la Madre Teresa de Calcuta, el escritor Alexander Solzhenitsyn, el reverendo Billy Graham y el líder espiritual indio Pandurang Shastri Athavale. EFE
mgl/emm/jgc
viernes, 14 de marzo de 2008
lunes, 10 de marzo de 2008
¿ Habla de sexo con sus hijos?
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Aquellos padres que no están dispuestos a que sus hijos formen parte de las tristemente célebres listas de embarazos no deseados o de víctimas de enfermedades de transmisión sexual, deben aprender a darle un nuevo enfoque a la enseñanza de la sexualidad en los adolescentes. Las claves son la comunicación y la confianza.
Por Rocío Gaia / EFE
La mayoría de los adolescentes creen que están bien informados, se sienten inmunes a las amenazas y problemas y aparentan ser independientes. Muchos de ellos incluso exhiben sólidos argumentos sobre la sexualidad.
¿Pero quien les informa y de qué manera? ¿Cuál es la calidad de la información con que cuentan? Si los padres no hablan de estos temas con sus hijos, ¿Qué aprenderán los jóvenes por su cuenta a través de Internet o de los líderes de sus pandillas?.
Según la prestigiosa pedagoga Nora Rodríguez, cuyos manuales sobre cómo entender y educar a los niños se han convertido en libros de referencia en muchos países, “todos los adolescentes consumen información sexual en grandes cantidades sin saber separar lo que les sirve y lo que no”.
“Viven en un mundo que los transforma en consumidores de primer orden mientras los usa como símbolo sexual de juventud. En medio de ello, se educan solos, utilizados permanentemente como objetos sexuales por una sociedad que exalta la potencia sexual y la juventud”, señala la autora del libro “¿Hablas de sexo con tu hijo?”.
Las primeras experiencias eróticas. Las prácticas sexuales más comunes. Los métodos anticonceptivos. Los estímulos y estimulantes para una mejor relación. El papel de las chicas y los chicos. La homosexualidad. La sexualidad de los padres… .
Son temas tan atractivos como un imán para los adolescentes, y a la vez tan espinosos como un erizo para los padres, que a menudo no saben como plantearlos o responderlos adecuadamente.
Según Nora Rodríguez, “asomarse a la vida sexual de los hijos requiere mucha información seria y autenticidad personal, e implica atreverse a formar parte de su desarrollo sexual sin inmiscuirse demasiado en sus decisiones”.
Para la pedagoga argentina radicada en España, “quienes quieren que sus hijos sean responsables, deben aprender a darle un nuevo enfoque a la sexualidad de los adolescentes”.
El primer consejo de Rodríguez para mantener un diálogo positivo consiste en conversar sobre el tema sexual con tranquilidad y sin recriminaciones ni amenazas, pero la experta también propone otras recomendaciones:.
• Hable con un tono en que impere el cariño y la comprensión, en vez de la desesperación.
• Jamás convierta una conducta sexual de su hijo en un motivo de conflicto familiar. Ofrézcale ayudas y alternativas para solucionar su problema si es que realmente lo tiene.
• Aconséjeles que sean listos en el sexo y que se informen sobre sus dudas en lugar de llevarlo a cabo sólo porque todas sus amigas o amigos lo hacen.
• Ínstelo a que hable de sus emociones y de su impulso a hacer el amor cuando tenga una experiencia sexual.
• Pídale que explique sus emociones relacionadas con la sexualidad aunque no vaya a tener una experiencia.
• Haga que se comprometa a utilizar siempre preservativo, aún si practica sexo oral.
• Enséñele a que no se preocupe por lo que piensan los demás, sino por tener una actitud de responsabilidad.
• Dígale que ante todo se respete a sí mismo y a la otra persona con la que va a compartir la experiencia sexual.
• Aconséjele que antes de decidir tener sexo, sopese costes y beneficios, y que decida si está preparado para asumir las consecuencias.
• Haga que sea consciente de que el sexo es un aprendizaje permanente que requiere cierto esfuerzo y una gran capacidad de ensayo y error.
• Converse sobre las mentiras de las películas y las revistas pornográficas, que sólo tienen por objetivo provocar la excitación en quien lo ve. No se trasmiten valores, ni respeto por el otro, no se enseña a decir “nó”, no hay romanticismo ni ternura.
• Explíquele que todo acto sexual implica algún tipo de conexión con otra persona.
• Asuma que siempre habrá un punto de “ignorancia” sobre la sexualidad de su hijo que tiene que existir y dónde es clave respetar el derecho a la intimidad.
• Y lo más importante: oiga lo que oiga, no se escandalice. Los padres no debería olvidar que los diálogos sobre sexualidad están relacionados con la autoestima, el sentido crítico respecto de lo que ven y oyen, el “¿quien soy?”, el “¿qué quiero para mi vida?”, y el “¿cómo lo puedo obtener?”.
Publicado el 27 de febrero del 2008
Aquellos padres que no están dispuestos a que sus hijos formen parte de las tristemente célebres listas de embarazos no deseados o de víctimas de enfermedades de transmisión sexual, deben aprender a darle un nuevo enfoque a la enseñanza de la sexualidad en los adolescentes. Las claves son la comunicación y la confianza.
Por Rocío Gaia / EFE
La mayoría de los adolescentes creen que están bien informados, se sienten inmunes a las amenazas y problemas y aparentan ser independientes. Muchos de ellos incluso exhiben sólidos argumentos sobre la sexualidad.
¿Pero quien les informa y de qué manera? ¿Cuál es la calidad de la información con que cuentan? Si los padres no hablan de estos temas con sus hijos, ¿Qué aprenderán los jóvenes por su cuenta a través de Internet o de los líderes de sus pandillas?.
Según la prestigiosa pedagoga Nora Rodríguez, cuyos manuales sobre cómo entender y educar a los niños se han convertido en libros de referencia en muchos países, “todos los adolescentes consumen información sexual en grandes cantidades sin saber separar lo que les sirve y lo que no”.
“Viven en un mundo que los transforma en consumidores de primer orden mientras los usa como símbolo sexual de juventud. En medio de ello, se educan solos, utilizados permanentemente como objetos sexuales por una sociedad que exalta la potencia sexual y la juventud”, señala la autora del libro “¿Hablas de sexo con tu hijo?”.
Las primeras experiencias eróticas. Las prácticas sexuales más comunes. Los métodos anticonceptivos. Los estímulos y estimulantes para una mejor relación. El papel de las chicas y los chicos. La homosexualidad. La sexualidad de los padres… .
Son temas tan atractivos como un imán para los adolescentes, y a la vez tan espinosos como un erizo para los padres, que a menudo no saben como plantearlos o responderlos adecuadamente.
Según Nora Rodríguez, “asomarse a la vida sexual de los hijos requiere mucha información seria y autenticidad personal, e implica atreverse a formar parte de su desarrollo sexual sin inmiscuirse demasiado en sus decisiones”.
Para la pedagoga argentina radicada en España, “quienes quieren que sus hijos sean responsables, deben aprender a darle un nuevo enfoque a la sexualidad de los adolescentes”.
El primer consejo de Rodríguez para mantener un diálogo positivo consiste en conversar sobre el tema sexual con tranquilidad y sin recriminaciones ni amenazas, pero la experta también propone otras recomendaciones:.
• Hable con un tono en que impere el cariño y la comprensión, en vez de la desesperación.
• Jamás convierta una conducta sexual de su hijo en un motivo de conflicto familiar. Ofrézcale ayudas y alternativas para solucionar su problema si es que realmente lo tiene.
• Aconséjeles que sean listos en el sexo y que se informen sobre sus dudas en lugar de llevarlo a cabo sólo porque todas sus amigas o amigos lo hacen.
• Ínstelo a que hable de sus emociones y de su impulso a hacer el amor cuando tenga una experiencia sexual.
• Pídale que explique sus emociones relacionadas con la sexualidad aunque no vaya a tener una experiencia.
• Haga que se comprometa a utilizar siempre preservativo, aún si practica sexo oral.
• Enséñele a que no se preocupe por lo que piensan los demás, sino por tener una actitud de responsabilidad.
• Dígale que ante todo se respete a sí mismo y a la otra persona con la que va a compartir la experiencia sexual.
• Aconséjele que antes de decidir tener sexo, sopese costes y beneficios, y que decida si está preparado para asumir las consecuencias.
• Haga que sea consciente de que el sexo es un aprendizaje permanente que requiere cierto esfuerzo y una gran capacidad de ensayo y error.
• Converse sobre las mentiras de las películas y las revistas pornográficas, que sólo tienen por objetivo provocar la excitación en quien lo ve. No se trasmiten valores, ni respeto por el otro, no se enseña a decir “nó”, no hay romanticismo ni ternura.
• Explíquele que todo acto sexual implica algún tipo de conexión con otra persona.
• Asuma que siempre habrá un punto de “ignorancia” sobre la sexualidad de su hijo que tiene que existir y dónde es clave respetar el derecho a la intimidad.
• Y lo más importante: oiga lo que oiga, no se escandalice. Los padres no debería olvidar que los diálogos sobre sexualidad están relacionados con la autoestima, el sentido crítico respecto de lo que ven y oyen, el “¿quien soy?”, el “¿qué quiero para mi vida?”, y el “¿cómo lo puedo obtener?”.
Publicado el 27 de febrero del 2008
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